Ya hace tiempo que muchos de los diferentes colectivos relacionados con la educación se plantean que para cambiar la educación hay que empezar por cambiar la formación inicial del profesorado (también la continua pero ese es otro tema).
En esto están algunos maestros, algunos profesores universitarios, algunos pedagogos, algunos padres e, incluso, algunos políticos.
Con todos estos mimbres, casi seguro que será muy difícil construir un nuevo modelo en el que aprender a ser maestros y profesores porque cada colectivo e, incluso, cada persona dentro de cada colectivo tiene en su cabeza su propio modelo idóneo de renovación de la educación.
De momento, casi lo único que se nos ha ocurrido ha sido pasar de las antiguas diplomaturas de 3 años a los nuevos grados, de 4. Vale.
Las didácticas generales y de las diferentes áreas (lenguas, matemàticas, biología…) deben seguir impartiéndose pero aquí podría entrar el “matiz”: los alumnos siguen tomando apuntes. ¿Cómo se puede preparar maestros que hagan las cosas de otra manera si lo que se les sigue enseñando es a estar sentados, escuchando -o no- y tomando apuntes que se pueden traspasar y fotocopiar de unos a otros?
En estas materias es donde las facultades deberían poner a disposición libre y abundante todas las herramientas que hoy pretendemos que estén en las aulas de Primaria. Y enseñar qué hacer con ellas. Y proponer que los alumnos diseñen sus actividades reales y poder aplicarlas después en aulas con niños de verdad (da igual si el alumno que ha desarrollado la actividad la aplica, o le da a un maestro en activo la herramienta para que la pruebe, la valide y la evalúe; yo casi, me oriento a esto último). Aquí estaría la gracia: empezar desde la facultad a preparar materiales reales (enseñanza-aprendizaje y evaluación) y, tal y como hacen los alumnos de diseño, preparar el portafolio de materiales y actividades desde la facultad, y que esto forme parte del posterior CV para empezar a ejercer (en la pública o en la privada).
Sin embargo, lo que se sigue proponiendo es:
-Pon codos sobre la teoría que YO te explico pero cuando consigas trabajar como maestro, no lo hagas así.
-¿Y cómo lo haré?.
-Aaaah, sorpresa.
Pero, con los recursos actuales en aún demasiadas escuelas, formar así a los futuros maestros sería como aprender a conducir un F1 en la autoescuela para conducir después el viejísimo coche de cuarta mano que te espera en el garaje de tus padres…
Actualización de curriculum y herramientas en la facultad, sí por favor. Pero también recursos para adecuar todas las aulas de Primaria a las nuevas formas de trabajar porque ir "pa ná" es tontería.
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