Escucha las explicaciones que dé el profesor. Si hay alguna duda sobre lo que se nos pregunta, ahora es el momento de preguntárselo.
Empieza por las preguntas que mejor te sepas; sigue por las que crees que solo te sabes regular y deja para el final las que creas que no te sabes: no sirve de nada empezar por las que no sabes, dedicar mucho tiempo a intentar recordar lo que tienes que responder y que no te quede nada de tiempo para las que SÍ te sabes y que te van a dar nota.
Contesta a lo que te preguntan. No metas un rollo de todo lo que has estudiado si no te lo están preguntando. Si es una pregunta concreta no intentes escribir ahí todo el tema.
No inventes respuestas: si no lo sabes, es mejor dejarla en blanco.
Repasa lo que has escrito antes de entregarlo. SIEMPRE. Eso quiere decir:
-Vuelve a leer cada pregunta, date cuenta de lo que te pedía y lee tu respuesta, para comprobar si has contestado a lo que te preguntaban.
-Releyendo tus respuestas, comprueba que no te has dejado nada importante por escribir.
-Comprueba que no te has dejado sin contestar alguna pregunta que sí puedes contestar (porque la sabes). Pasa más veces de las que te imaginas.
No olvides la presentación: el profesor tiene mejor predisposición a corregir los exámenes que tienen buena letra, que respetan los márgenes… (piensa que tiene que corregir muchos).
Evita los tachones, pero si hay que tachar algo puedes hacerlo con una simple línea (y no con un borrón: un borrón da sensación de suciedad y desorden y no apetece tanto leer un texto con borrones!)bien tachado
Evita los tachones, pero si hay que tachar algo puedes hacerlo con una simple línea (y no con un borrón: un borrón da sensación de suciedad y desorden y no apetece tanto leer un texto con borrones!)
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