domingo, 11 de marzo de 2012

Ortografía: medir para mejorar.

Medimos muchas de nuestras actividades cotidianas: si estamos a dieta, vamos midiendo la evolución del peso; medimos la evolución de nuestro gasto en telefonía; medimos los litros de combustible que gastamos…  Y lo solemos hacer siempre que nos proponemos mejorar en algo. Y porque si no midiéramos, ¿cómo podríamos saber si estamos teniendo éxito?.

Ya lo dice el Kaizen: “medir para mejorar”.  Saber dónde estás, proponer acciones para alcanzar un nuevo punto y medir para comprobar si alcanzas las metas.

Las empresas lo utilizan de forma cotidiana: indicadores representativos de aquellos aspectos que queremos mejorar o que creemos que son críticos en la evolución de los resultados generales y que, por lo tanto, hay que tener muy "vigiladitos".

Desde el mismo momento en que empezamos a medir, ya hemos puesto el foco en el aspecto que queremos mejorar, y los esfuerzos se encaminan a ello.

El estudio es la "empresa" de los niños.  Así, si queremos que nuestros alumnos /hijos mejoren su ortografía (lo siento, pero aquí creemos que la ortografía es importante), una herramienta de autocontrol que les podemos proponer, como padres o como maestros, es la realización de una gráfica con el seguimiento de las faltas de ortografía que cometen (hay que decidir si en los dictados de clase, si en la realización de trabajos o en los controles que puedan hacer durante el curso).

Con esta herramienta estadística (representación gráfica de datos) les traspasamos el control y compiten contra ellos mismos buscando su mejora, además de trabajar de forma real esta parte de la estadística.

Si la evolución es negativa, les podemos ayudar a buscar estrategias para mejorar; si su evolución es positiva, podemos pensar que su competencia de “aprender a aprender” es óptima.

Todo esto, sólo con una gráfica de líneas, en la que ir anotando y comprobando la evolución en el tiempo de su número de faltas de ortografía.

El gráfico se puede situar en la libreta, en la carpeta, en la agenda… En un lugar de fácil acceso; y se ha de dejar el tiempo para anotarlo después de la realización de cada ejercicio en el que se ha decidido que se medirá la evolución en ortografía.

Si lo ponéis en práctica, ¿nos dejaréis conocer los resultados?

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